Platón

 

            Texto:   “Mira, Sócrates, ya había yo oído antes de conocerte que tú no haces otra cosa que confundirte tú y confundir a los demás; y ahora, según a mí me parece, me estás hechizando y embrujando y encantando por completo, con lo que estoy ya lleno de confusión. Y del todo me parece, si se puede también bromear un poco, que eres parecidísimo, tanto en la figura como en lo demás, al torpedo, ese ancho pez marino. Y en efecto, este pez, a quienquiera que se le acerca y le toca, lo hace entorpecerse, y una cosa así me parece que ahora me has hecho tú; porque verdaderamente yo, tanto de alma como de cuerpo, estoy entorpecido, y no sé qué contestarte. Y, sin embargo, mil veces sobre la virtud he pronunciado muchos discursos y delante de mucha gente, y muy bien, según a mí me parecía; pero ahora ni siquiera qué es puedo en absoluto decir. Y me parece que haces bien en no querer embarcarte ni viajar fuera de aquí; porque si siendo extranjero en otro país hicieras tales cosas, quizá te detuvieran por mago”.

 

             1) Identificar la o las propuestas filosóficas del texto y citar la frase o frases que las recogen, glosándolas brevemente.

           En este diálogo Sócrates dialoga con Menón acerca de si la virtud es enseñable o no. Comienza este texto con un Menón que se siente acosado por las preguntas de Sócrates y molesto le acusa y compara con el pez torpedo que entorpece a quien le toca. Esta primera propuesta hace referencia al método socrático. Para aprender hay que dudar.  Menón, tocado por Sócrates se siente embrujado y confuso. (líneas 1-6), y entorpecido (línea 9) . Menón tenía las ideas claras, había pronunciado buenos discursos sobre la virtud (líneas 10-11) y ahora ya no sabe nada. Partiendo de las ideas claras no se aprende nada nuevo. Es señal de que no era un saber verdadero Enfadado le acusa de mago y de cobarde que no sale de su ciudad por miedo a ser detenido. (últimas líneas).  Aparecen las dos fases principales del método socrático: la ironía, que hace darse cuenta al que creía que sabía de que no sabía nada, y la mayéutica, por la que Menón se va dando cuenta por sí mismo de su ignorancia.

            2) Relacionar el contenido del texto con el pensamiento del autor y exponer sistemáticamente las líneas principales de este pensamiento.


             Puede apreciarse en el texto el método socrático basado en un diálogo investigador y esclarecedor, en busca de la verdad. Comienza empleando la ironía para que el interlocutor pueda dudar, duda que le va a provocar el deseo de saber. Una primera toma de conciencia de la situación en que se encuentra, como muestra en el mito de la caverna, en la que el ser humano se encuentra prisionero y no es capaz de ver más que las sombras de las cosas, las sombras de la verdad.

            Esta toma de conciencia de nuestra situación puede ser dolorosa. A nadie le gusta verse desnudo, en su ignorancia, ante los otros Pasar de la oscuridad a la luz produce daño a los ojos. A Menón le ha hecho daño, se siente entorpecido, duda y se revela. La segunda parte del método socrático, la mayéutica ayuda a descubrir la verdad que está dentro de cada uno.

            El texto está tomado de la obra “Menón” de Platón, que trata de si la virtud puede o no ser enseñada. La virtud es una Idea universal e inmutable, que no se encuentra en este mundo, sino en un mundo superior, superuraneo. Platón nos habla de la existencia de dos mundos. Uno es el mundo de las Ideas, perfecto, inmutable, eterno, inteligible y jerarquizado, pues todas las ideas dependen de la primera de todas ellas, que es la idea de Bien. Es el único real, pues la realidad no puede estar sometida al cambio; es el mundo de Parménides. Es conocido por la razón que nos lleva a la verdad, que son las Ideas. Este mundo inteligible es el que utilizó el Demiurgo como modelo para organizar la materia caótica y formar nuestro mundo sensible, que no es real, sino que sólo es una sombra del verdadero mundo que es mundo de las Ideas. Este mundo sensible es imitación y participa del mundo de las Ideas, es cambiante y solo puede ser conocido por los sentidos, como decía Heráclito, y de él sólo podemos tener opiniones.

            Hay que pensar que Platón ve a la política y a los políticos injustos, Viene de una formación matemática en la que todo es exacto, justo. ¿Cómo compaginar ambas cosas? Si en este mundo no cabe la justicia, tiene que haber otro mundo en el que quepa la exactitud, la justicia, la verdad. Esta verdad es aletheia, descubrir el velo, lo oculto, lo que está debajo y más allá de este mundo cambiante, la realidad. El conocimiento es posible y debe ser cierto e infalible, y tiene por objeto lo real y no la apariencia. Lo real es fijo, permanente e inmutable.

            El hombre platónico está compuesto de cuerpo y alma, formando dos sustancias independientes. (dualismo). El alma está encerrada en el cuerpo que es su cárcel, por lo que la unión entre ambos no es sustancial, para formar una única sustancia, sino que es accidental y violenta. El hombre es sobre todo el alma, que tiene que liberarse de la cárcel del cuerpo para volver a su mundo real y verdadero, el mundo de las Ideas, de donde procede. Este proceso de liberación por parte del alma de las pasiones del cuerpo, para poder ver la realidad, es la dialéctica.

            La razón habita en el alma y sirve para conocer las Ideas. El alma, perteneciente al mundo de las Ideas tenía un conocimiento pleno de todas ellas, hasta que se le olvidó al venir a este mundo y entrar en contacto con la materia, con el cuerpo. Como este mundo es una imagen del otro, a medida que vamos viendo las cosas de este mundo, que no son más que copias del otro, el alma va recordando los originales, la verdadera realidad, que ya conocía antes. El conocimiento es recuerdo, reminiscencia, anámnesis.

            Hay tres partes en el alma: Inteligible, racional, que se ubica en la cabeza, la irascible, el valor, la fortaleza, la voluntad, que reside en el pecho, y la concupiscible, el deseo el apetito, que tiene su morada en el vientre. Cada parte del alma tiene por naturaleza su propia función, y la justicia consiste en que cada parte del alma se ocupe de sus funciones. Cada alma posee su propia virtud, la racional posee la prudencia, a la irascible le corresponde la fortaleza y la valentía, y a la concupiscible, la moderación, la templanza. El alma racional debe dominar a las otras dos como el auriga domina los dos caballos, pues es su guía.

            Se da una correlación entre las partes del alma y los grupos que existen en la sociedad. En ésta existen los productores, a los que corresponde el deseo o el apetito, y deben ser moderados. Los soldados o guardianes de la ciudad, deben ser valientes, y tener voluntad; y los gobernantes deben ser prudentes y usar la razón. Y la justicia en la polis, al igual que en el hombre, es la armonía entre los grupos sociales, que cada uno se dedique a cumplir su cometido.

             3) Relacionar el pensamiento platónico con los marcos histórico, socio-cultural y filosófico.

            El pensamiento de Platón fue posible gracias a un conjunto de hechos e influencias históricas, socio-culturales y filosóficas. Grecia era un conjunto de polis independientes cultural, militar y económicamente, a las que únicamente unía la religión y la lengua comunes a todos, y que se extiende desde Sicilia hasta el Asia Menor.

             Platón, joven kalós kai agazós, esmeradamente educado, vive en los siglos V y IV a.C., período convulso políticamente por las luchas de los pueblos del Ática (Atenas) y los del Peloponeso (Esparta y sus aliados). Los tiempos gloriosos de triunfo sobre los persas en las guerras Médicas, que hicieron de Atenas la capital del mundo, han pasado. Pericles había instaurado un sistema democrático de participación de todos los ciudadanos en el gobierno, a excepción de las mujeres los esclavos y los extranjeros. Este gobierno sufre la oposición de los que tienen algo que perder, de la aristocracia, así como de la vecina Esparta. Atenas es derrotada por Esparta en las guerras del Peloponeso, y le impone el gobierno de los treinta tiranos. Se oscurecen los grandes ideales morales y patrióticos de la tradición ateniense.  Sócrates es víctima de la intransigencia, que hace que Platón, descendiente de las familias más nobles de Grecia, desilusionado, abandone la política y se dedique a la filosofía.

            Socialmente Grecia es una sociedad pobre, basada en la agricultura y en el comercio marítimo. Sociedad jerarquizada, dividida en estamentos, esclavista (ciudadanos, extranjeros y esclavos), apoyada en los valores propios de la aristocracia, de los mejores, y democrática. Debatían y resolvían los problemas en el Agora.

            Culturalmente Atenas es el centro de la humanidad. Los griegos llegaron en todos los órdenes culturales a cotas jamás alcanzadas de nuevo. Las tragedias de Eurípides, Sófocles y Esquilo, las comedias de Aristófanes, los poemas de Píndaro o Safo, la historia con Jenofonte. El Partenón, en la acrópolis, es el primer monumento de su arquitectura, en la que tenían tres órdenes: jónico, dórico y corintio. Fidias y Mirón en escultura, Praxiteles y Scopas en pintura.

            Tolerantes en temas de religión a pesar de la condena de Sócrates, no existían sacerdotes, ni dogmas. Religión politeista con Zeus a la cabeza de los dioses y basada en los oráculos y pitonisas, (Delfos).

            El ambiente filosófico estaba marcado por los sofistas que también habían acudido a Atenas desde las más variadas partes de Grecia. Son los maestros de las virtudes ciudadanas, pero, de acuerdo con el ambiente social y político de Atenas, sus principios morales se basan en la utilidad y en el interés. Ellos conduce a que los valores morales (bueno-malo, justo-injusto...) sean convencionales, esto es, variables según la conveniencia del individuo, aunque dentro de las exigencias y deberes ciudadanos que venían definidos por las leyes.

            En este ambiente, sobresale la figura de Sócrates que pretende buscar una objetividad tanto moral como en las definiciones de las cosas, frente al convencionalismo de los sofistas. La escuela de Anaxágoras, los matemáticos como Eudoxo y la propia Academia platónica completan este marco.

            4.- Influencias recibidas

            Está claro que la primera y fundamental influencia en Platón fue la de su maestro Sócrates. Contra el relaitivismo de los sofistas la universalidad de los conceptos. Platón quiere elevar ese grado de objetividad haciendo ver que las cosas y las acciones deben responder a unos ideales que nadie puede cambiar. Ese es el objetivo de toda su filosofía: de su teoría de las Ideas y de su concepción antropológica y ética. Ambas se entienden la una por la otra. La filosofía como diálogo, la ironía y la dialéctica.

            De los Milesios el principio de unidad dentro de la pluralidad. De los pitagóricos: La importancia de las matemáticas (frontispicio de La Academia). Dualismo (soma cuerpo = sema cárcel), preexistencia e inmortalidad del alma, reencarnación (orfismo). De Heráclito el devenir de este mundo de sombras. De Parménides, la inmutabilidad del ser, de la realidad. De Anaxágoras el concepto de Nous, de mente ordenadora.

            Repercusión posterior y vigencia de su pensamiento

            Es el filósofo que más ha influido en todas las áreas de la cultura occidental. Según el filósofo Whitehead, toda la filosofía posterior no ha hecho más que comentar lo que Platón planteó.

            Influye sobre todo en su discípulo Aristóteles que estuvo en La Academia durante 20 años. Aristóteles negó la existencia de los dos mundos. En los neoplatónicos y a través de ellos en el cristianismo, en los Santos Padres, en San Agustín, y en general hasta Santo Tomás de Aquino el pensamiento occidental es platónico. La filosofía del renacimiento vuelve los ojos a Platón, así como el Racionalismo y el Idealismo.... Autores y corrientes inspirados en Platón, aunque no le sigan en su pensamiento, los empiristas, Marx o Nietzsche.  En el pensamiento de los siglos XX y lo que va del XXI, en novelas, en películas, etc.

 

Comentaremos algún otro texto de Platón.

 

            Y ocurre así que, siendo el alma inmortal, y habiendo nacido muchas veces y habiendo visto tanto lo de aquí como lo del Hades y todas las cosas, no hay nada que no tenga aprendido; con lo que no es de extrañar que también sobre la virtud y sobre las demás cosas sea capaz ella de recordar lo que desde luego ya antes sabía. Pues siendo, en efecto, la naturaleza entera homogénea, y habiéndolo aprendido todo el alma, nada impide que quien recuerda una sola cosa (y a esto llaman aprendizaje los hombres) descubra él mismo todas las demás, si es hombre valeroso y no se cansa de investigar. Porque el investigar y el aprender, por consiguiente, no son en absoluto otra cosa que reminiscencia. De ningún modo, por tanto, hay que aceptar el argumento polémico ese; porque mientras ése nos haría pasivos y es para los hombres blandos para quien es agradable de escuchar, este otro en cambio nos hace activos y amantes de la investigación; y es porque confío en que es verdadero por lo que deseo investigar contigo qué es la virtud.

            El presente texto nos muestra la teoría de la reminiscencia, es decir, el conocimiento como recuerdo. Comienza afirmando que el alma es inmortal, y que ya sabía todo antes de venir a este mundo. (l.-4). En las líneas siguientes dice que recordar llaman aprendizaje los hombres. Investigar y aprender es, pues, recordar, reminiscencia. Otra propuesta consiste en rechazar el argumento polémico, que escuchar lo que dicen otros, hace a los hombres blandos y pasivos, mientras que el camino de la mayéutica, del descubrimientol, os hace “activos y amantes de la investigación” . El esfuerzo como algo interno, y no impuesto desde fuera. “Cuando confío que es verdadero, deseo investigar”.

            La segunda pregunta consiste en relacionar lo que hemos dicho en el comentario con la segunda pregunta puesta antes.

Sócrates.- ¿Te das cuenta ya, Menón, por donde va ya éste en el camino de la reminiscencia? No sabía al principio cuál es la línea  con que se forma el espacio de ocho pies, como ahora no lo sabe; pero entonces creía saberlo, y respondía con confianza, como si lo supiese; y no creía ser ignorante en este punto. Ahora reconoce su ignorancia, y no lo sabe; ni cree saberlo.

Menón. Dices verdad.

Sócrates. ¿No está ahora en mejor disposición respecto de la cosa que él  ignoraba?

Menón. Así me lo parece.

Sócrates. Enseñándole a dudar y adormeciéndole, a la manera del torpedo, ¿le hemos causado algún daño?

Menón. pienso que no.

Sócrates. Por el contrario, le hemos puesto, a mi parecer, en mejor disposición para descubrir la verdad. Porque ahora, aunque no sepa la cosa, la buscará con gusto; mientras que antes hubiera dicho, con mucho desenfado, delante de muchas personas y creyendo explicarse perfectamente, que el espacio doble debe formarse con una línea  doble en longitud.

¿Piensas que hubiera intentado indagar y aprender lo que él  creía saber ya, aunque no lo supiese, antes de haber llegado a dudar; si convencido de su ignorancia, no se le hubiera puesto en posición de desear saberlo?

MENÓN. Yo no lo pienso, Sócrates.

            Varias son las propuestas del presente texto, que muestran el método socrático de acercamiento a la verdad.  Por un lado aparece la ironía que a través de las dificultades llega al descubrimiento de la verdad “ al hacerle tropezar con la dificultad y entorpecerse como un torpedo... un beneficio le hemos hecho”. Este entorpecimiento le ha provocado una duda, que es la condición necesaria para que alguien quiera saber, “ahora investigará con gusto”. El que cree que sabe no necesita saber y el que no lo sabe tampoco. Solo el que sabe que no sabe, está en disposición de querer salir de la duda y saber. “antes creía saberlo”. Otra propuesta, que vemos al comienzo del texto, es la teoría del conocimiento como reminiscencia, “¿te das cuenta de por dónde va ya éste en el camino de la reminiscencia?”. Por medio de la mayéutica el esclavo va sacando de sí mismo lo que su alma había aprendido en el mundo de las Ideas.

            La segunda pregunta relaciona el tema de la ironía socrática, de la mayéutica, y de la reminiscencia con el pensamiento del autor y se expone la pregunta número dos de arriba.

            No es una gran cosa tener alguna de estas estatuas que se escapan, como un esclavo que huye, porque no subsisten en un punto. Pero, respecto a las  que permanecen fijas por medio del resorte, son de mucho valor, y se las  considera verdaderamente como obras maestras de arte. ¿Y por qué traigo esto a colación? Para explicarte lo que es la opinión o conjetura. En efecto, las  opiniones verdaderas, mientras subsisten firmes, son una buena cosa, y producen toda clase de beneficios. Pero, son de suyo poco subsistentes y se escapan del alma del hombre; de suerte que no son de gran precio, a menos que no se la fije por el conocimiento razonado en la relación de causa a efecto. Esto es, mi querido Menón, lo que antes llamábamos reminiscencia. Estas opiniones, así ligadas, se hacen, por lo pronto, conocimiento, y adquieren, después, estabilidad. He aquí por dónde la ciencia es más preciosa que la opinión, y cómo difiere de ella por este encadenamiento.

            La primera propuesta del texto se refiere a la distinción entre ciencia y opinión verdadera, para lo que hace una analogía con las estatuas. El criterio que propone para su distinción es la atadura y la sujeción. La ciencia es un conocimiento sujeto, fundado en la reminiscencia, en la relación de causa y efecto, mientras que la opinión verdadera puede cambiar, pues no está sujeta a nada. Ambas pueden producir beneficios. Las opiniones ligadas son estables y producen conocimiento, por lo que termina diciendo que la ciencia es más preciosa que la opinión.

            La segunda pregunta parte de la distinción entre ciencia y opinión, para hablar de la teoría del conocimiento y de la reminiscencia y enlazar con la pregunta número dos de arriba.

            Las preguntas tres y cuatro no cambian.

 

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