Amelie


 

Le fabuleux destin D`Amelie Poulin: Vida y sueño.

            “Tan solo intentaba vivir lo que brotaba espontáneamente de mí” ¿Por qué habría de serme tan difícil?
Película franco-alemana
120 minutos
T. original Hervé Schneid
Director:Jean Pierre Jeunet

            Comienza la película con una especie de prólogo, con imágenes en blanco y negro, en las que se nos va  presentando la infancia de Amelie, en situaciones tan trágicas como absurdas.  Ha visto a su pez de colores deslizarse hacia las alcantarillas municipales, tras múltiples intentos de suicidio, ha visto morir a su madre, una madre supernerviosa y maniática, en la plaza de Notre Dame., y ve a su padre dedicar todo su afecto a un gnomo de jardín.

          El padre de Amelie es Rafael Poulain, un médico, encerrado en sí mismo, obsesionado por adornar la tumba de su esposa, y que solo tiene contacto con su hija en las reuniones médicas que él mismo realiza. Es un hombre con miedo al mundo que dedica su tiempo a un enano de jardín. Vive encerrado en sí mismo, y apenas sale de su casa. Cuando su enano le abandona para dar la vuelta al mundo, le surge la idea de viajar.

          Amelie no está acostumbrada a que su padre se le acerque y, en una revisión médica, se puso tan nerviosa que provocó que su corazón latiera con más rapidez. Esta situación dio lugar a que el padre pensara que su hija tenía una enfermedad del corazón. Este diagnóstico equivocado, por el que piensa que Amelie posee una enfermedad cardiaca, les lleva a ejercer una excesiva protección sobre la niña por lo que le impiden salir de casa, relacionarse con los demás niños e incluso ir a la escuela.
La fría, aséptica y férrea relación con los padres la lleva a desarrollar sus capacidades imaginativas y emocionales más allá de lo habitual. Este modo de vivir su infancia y la extraña relación con los padres van marcando su personalidad, de manera que Amelie es una persona diferente en sus pensamientos y en sus actos. Es el resultado de una infancia poco corriente. No es una chica como las demás.

            En lugar de enfrentarse a sus deseos con valor, se sumergió en un mundo de sueños y de fantasía en el que creía sentirse segura. Da importancia a los pequeños detalles de la vida. Tiene la capacidad para percibir lo bello Le gusta hacer rebotar piedras sobre las aguas del Sena, observar a la gente y dejar volar su imaginación. Se aísla en un mundo de fantasía y color.

            Vive en soledad. Una soledad, a la que acompaña la falta de afecto, que va marcando la personalidad de Amelie y de manera imperceptible la acompañan hacia el refugio seguro de un mundo imaginario. Es el mundo de los sueños, un mundo de escape, de huida hacia ninguna parte. Crece en un rico mundo interior lo que la hace reparar en los detalles que nadie mira, tanto como para percibir qué necesitan las personas que la rodean.

          Sentía el impulso de la vida, pero era incapaz de vivirla. Y la canalizó en hacer felices a los demás, al sentir el impulso de amor a  toda la humanidad. De ese modo nunca podría alcanzar la verdadera felicidad, para lo que necesitaba hacerse cargo de luchar por las cosas que ella deseaba para sí misma. Lo que la separaba de sus  sueños era el miedo al fracaso. Necesitaba algo más.

           En su juventud va descubriendo el mundo. Su excesiva timidez no la deja expresarse y ser ella misma. Decide ayudar a los demás, pero anónimamente. Tiene miedo a enfrentarse a las situaciones de la vida, y necesita tiempo para ir abriéndose  poco a poco y superar ese miedo al amor que le cambiará su vida.

           Vive en un apartamento en Monrtmartre y trabaja como camarera de “Les deux Moulins”. Su vida comienza a cambiar, surgen nuevas relaciones. Comienza a conocer a la gente  de su alrededor y poco a poco ella misma se va transformando, hasta atreverse a mostrar sus sentimientos. Le gusta hacer ondas en el canal Saint- Martín con piedras y romper con una cuchara el caramelo quemado de la crema catalana.
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          Una noche, mientras escucha la noticia de la muerte de Lady Di, encuentra una cajita de recuerdos escondida en una de las paredes de su cuarto de baño y decide buscar a su dueño para devolvérsela: si se alegra de recuperar sus recuerdos de infancia, nuestra hada continuará haciendo buenas acciones, si no todo seguirá igual. El descubrimiento de esta caja de juguetes tras el zócalo de la pared va a cambiar su futuro. Encuentra el objetivo de su vida, arreglar la vida de los demás, sin que se den cuenta.

           Posee una gran empatía. Inventa diversas estrategias para intervenir en la vida de los que la rodean sin que se den cuenta, pero un día se da cuenta de que ella también necesita sus “poderes”.

           Es una película optimista. Amelie hace de su existencia un cuento de encuentros y desencuentros en el que ella es el hada que ayuda a los demás. Es una camarera en una cafetería, que busca y quiere encontrar su lugar en el mundo, su felicidad, queriendo hacer felices a los demás. Y lo hace de manera anónima como si fuera su hada y como en todos los cuentos de hadas, encuentra a su príncipe azul que se llama Nino Quicampoixal.

            Nino Quincampoixal: joven romántico por naturaleza, trabaja a tiempo parcial en un sex – shop y en el pasaje del terror del parque de atracciones. Le gusta coleccionar las fotos que la gente tira en los fotomatones. Amelie Intentará salvar a Nino de su obsesión de recoger las fotos que se encuentran en los fotomatones, pero él a su vez salva a Amelie sacándola de ese mundo de ilusiones y fantasías. Es la fuerza del amor, al enamorarla, la hará ver que es una persona normal y que también necesita ayuda. El amor mueve montañas.

           Pero después de conocer a ciertas personas y aprender a amarlas, no podía regresar a la tranquilidad de su aislamiento, ya no podía seguir siendo la misma.

            Suzanne es la propietaria del café donde trabaja Amelie, una apasionada de los caballos que se tuvo que retirar del circo por un accidente. Lleva 30 años detrás de la barra, viendo como nacen nuevas parejas y se rompen otras.

           Escribe cartas para devolver la ilusión a su portera Madelein Wallace que se pasa la vida bebiendo vino de Oporto, al haber perdido a su marido en la guerra. Se pasa el día releyendo las cartas que le escribía, antes de que la dejase por otra más joven. Un día recibe noticias del pasado que la hará feliz.

           Tiene su propia fórmula para provocar el flechazo: “Elige a dos clientes habituales y  hazles creer que se gustan”.

            Lucien trabaja en el ultramarinos del barrio, donde despacha los productos con ternura y cariño pero su jefe no sabe valorarlo.

            Collignon es el grosero y cascarrabias dueño de la tienda del barrio, que parece no tener sentimientos. Se dedica a humillar a Lucien delante de los clientes, pero recibe su lección de manos de Amelie.

            Gina es compañera de trabajo de Amelie. Trabaja bajo la atenta mirada de Joseph, el ex – amante de Gina que se pasa todo el día en el café vigilándola y grabando  y malinterpretando todos los comentarios que ella hace a los clientes. Es un hombre obsesivo, celoso y paranoico que un día descubre que se siente atraído por otra mujer, pero sus celos lo estropean.

           Hace de buena Celestina con Georgette, su compañera, la estanquera, que es hipocondríaca, que siempre tiene alguna molestia o alguna razón para quejarse. Será víctima de un flechazo con el extraño hombre de la gabardina; que la estresará más.
          Ayuda a su  profundo y “psicólogo” vecino, de huesos frágiles, pero de fuerte corazón, que solo puede ver el mundo por video. Su única afición es pintar una y otra vez un cuadro de Renoir.

    
        La casualidad es uno de los ejes fundamentales de esta historia. El hecho de que dos personajes como los de Amelie y Nino que parecen destinados a encontrarse para sentirse integrados en algo y dejar de estar solos, dos soñadores que no podrían haberse conocido de un modo más original ( porque si no su relación se habría desvirtuado) parece extraordinario.

 

Mensajes y aprendizajes:

 

            Quizá todos deberíamos huir de la vulgaridad y no conformarnos con cosas que no tienen valor para nosotros y aspirar incansablemente, aunque no hallemos nada, a lo extraordinario.

            Cada personaje interpreta un estado de ánimo y estos personajes son tratados como seres superficiales con sentimientos poco profundos que están en un mundo de ensueño.

           Los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de la personalidad. Podemos cambiar nuestras vidas partiendo del cambio de personalidad, de la superación de los miedos que obstaculizan nuestra felicidad.

           Somos capaces de superar nuestros miedos por nosotros mismos; podemos influir sobre nuestra personalidad y cambiar ciertos aspectos que nos hacen infelices.

            Una persona puede hacer mucho bien. Las pequeñas acciones, como las emprendidas por la protagonista, pueden hacer felices a la gente.

           La película nos insta al cambio, a mejorar tanto nuestro interior como el mundo que nos rodea. Pretende hacernos conscientes de nuestro poder para cambiar las cosas, para progresar y superarnos.

           Tendemos a definirnos por los grandes acontecimientos que han marcado nuestras vidas, pero quizá sea más relevante o aporte más datos sobre nosotros el hecho de que nos guste hacer rebotar piedras en el agua o introducir la mano en un saco de legumbres.

          La película es una defensa de la pluralidad, todos somos especiales.

         ¿Qué es lo raro? ¿Amelie? ¿lo que se sale de la “norma”? ¿qué es normal? ¿Las normas son normales?

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